jueves, 30 de septiembre de 2010

El Día de la Marmota

Primer día que nos levantamos y nada más terminar de desayunar ni un minuto más tarde de lo ya establecido nos está esperando el equipo del CIMIC (Civil-Military-Cooperation) junto con una patrulla de la Guardia Civil. Si, a mi también me sorprendió porque aunque aquí todos se lleven muy bien y sean muy buenos amigos las reglas se respetan a rajatabla. La Benemérita hace controles de alcoholemia, te multa si vas más rápido de lo debido (dentro y fuera de la base) y controlan los accesos en todos los “check-points”. Vamos que lo de tocar los cojones lo hacen exactamente igual de bien aquí que allí. Ya saben ellos que esto es coña porque hemos compartido mucho y les agradecemos enormemente su protección ya que no nos han quitado el ojo de encima ni un segundo. Y por esto precisamente nos las hemos visto muy chungas para meter las botellas de Johnnie Black en la base. Oooooops!! (más sobre la Guardia Civil pronto).

El caso es que estamos en marcha y nos dirigimos hacia la posición 966 que está ocupada por la Infantería de Marina. Y digo yo; ¿que baloncesto habrá aprendido esta gente en un barco?. Nada más llegar nos recibe el Capitán de la base y nos agradece la visita. Todo muy formal pero vamos que era un tío “mu sencillo y mu majico”. Éste tipo de posiciones son de tamaño más reducido y no cuentan con todas las “comodidades” que tiene Miguel De Cervantes. Aún así, a todos los ocupantes de esa posición y de otras en las que las circunstancias son incluso más duras, se les ofreció el relevo a mitad de plazo para que fuera más llevadero. Todos declinaron. No sólo no se quejaron en ningún momento sino que decidieron quedarse allí porque decían que esa era su casa y que si no otros tendrían que venir y estar jodidos. Son ESE TIPO DE GENTE.

Llegamos a la cancha y vemos que allí el personal ya está calentando en lo que debería de ser un campo de baloncesto pero solo hay una canasta y pegada a una torre de control. Muy bien porque después de darnos la mano uno me amenaza con que han dado orden al Brigada que está arriba en la torre de dispararme al gemelo si me paso poniendo tapones. Yo que acabo de llegar y todavía no conozco a esta gente me preocupo por el silencio sepulcral que precedió dicho comentario. Después de unos 0,2 segundos de silencio que me parecieron 2 horas se empezaron a mear de risa y ya pudimos empezar a jugar.

El partido fue divertidísimo ya que ninguno era el mejor jugador al que he defendido pero todos tenían los conocimientos necesarios para que pasáramos un buen rato. Por supuesto que Pedro en un equipo y yo en otro y en un pacto entre caballeros decidimos no defendernos el uno al otro (más que nada porque seguro que me dejaba en evidencia. Esto no se lo dije). Pasar ese rato con ellos fue una experiencia increíble. Ellos llevan allí metidos un mes y medio y les quedan todavía dos meses y medio más. Es lo mismo para toda la misión entera. Ellos se lo pasaron en grande porque consiguieron salir de la rutina diaria ya que allí todos los días son iguales. De hecho bromean haciendo comparaciones con la peli del Día de la Marmota.

Yo siempre que he conocido buena gente, y tengo suerte porque ha habido mucha, me he ofrecido para lo que fuera menester. Nunca he podido hacer demasiado ya que lo único con lo que he podido colaborar ha sido regalando camisetas y dando entradas para partidos. También he colaborado con fundaciones y varias ONG en diferentes proyectos. En este viaje es cuando realmente siento que estoy marcando una diferencia. Ahora que he dejado el baloncesto profesional puedo utilizar esas habilidades adquiridas en una cancha y dedicar más tiempo a ayudar a otros. Es una satisfacción personal enorme el que gente adulta te agradezca al atención ya que la tropa se encuentra en una situación en la que cualquier cosa que les alegre el día ya es un logro. Son momentos en los que un buen rato no viene mal. Todos sabemos que para eso no hay nada mejor que un "payaso"...

... y allí estaba yo.

5 comentarios:

  1. Y ahí que me he emocionado leyéndote a estas horas de la mañana, dear payaso.
    Un abrazote, big champion.

    Enrique

    ResponderEliminar
  2. SEÑOR payaso, un fuerte abrazo
    Andrés Olmedo

    ResponderEliminar
  3. ¡¡¡Menuda aventura enano!!!, casi me dan ganas de apuntarme. Para la próxima ya sabes, o cargo con tu maleta o me meto dentro...
    Gracias por estos buenos ratos.

    ResponderEliminar
  4. Pues si pues si, una gozada leerte, de verdad ;)

    ResponderEliminar
  5. mmmmmmmm a mi también me ha gustado. :) ya sabes que yo te lee&veo siempre. Fotos!, ya sabes, haz fotos de todo :)

    ResponderEliminar